1. Formalizar ante notario la aceptación y adjudicación de la herencia
Obtenida ya toda la documentación necesaria, que comentábamos en el anterior post, será fundamental tener un buen asesoramiento especializado en esta materia para realizar un reparto equilibrado y satisfactorio para todos los herederos, sin sorpresas futuras y sabiendo en cada momento a qué nos enfrentamos. Precisamente a eso nos dedicamos en Adeser y podemos ayudarte en cada paso.
Tras ello, los herederos deberán acudir al Notario que elijan y otorgar la correspondiente escritura de aceptación y adjudicación de herencia, según las disposiciones del causante y los pactos que, en su caso, hayan alcanzado las partes.
2. Pagar los impuestos de la herencia
Una vez se ha procedido a la firma del documento notarial de aceptación y adjudicación de herencia, los herederos deberán liquidar los impuestos correspondientes (estos serán diferentes en función de la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos).
El impuesto de sucesiones y la plusvalía deberán ser liquidados en un máximo de 6 meses desde la fecha de fallecimiento.
Los impuestos a los que se tendrán que enfrentar los herederos son los siguientes:
- El impuesto de sucesiones
- El impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana (conocido como “plusvalía municipal”).
3. Formalizar la inscripción de la herencia en el Registro de la propiedad y en las entidades bancarias
El último paso, en caso de que hubiera bienes inmuebles en la herencia, sería proceder a inscribir el derecho de propiedad de dichos bienes en el Registro de la Propiedad de la localidad a la que pertenezcan los inmuebles, tras formalizar la escritura de aceptación y partición de herencia, y después de haber pagado los impuestos correspondientes.
Igual que en el caso de los inmuebles, tras la aceptación, adjudicación de herencia y pago de los impuestos, habrá que acudir a las entidades bancarias, donde el heredero deberá presentar los mencionados documentos, a los efectos de que dicha entidad o entidades procedan a su validación jurídica por parte de sus letrados.
En cuanto este proceso concluya satisfactoriamente, los fondos y demás activos financieros se pondrán a disposición del heredero correspondiente.
